El 6 de abril de 1974, el cuarteto sueco emergía con el primer puesto del tradicional certamen europeo e inscribía para siempre su nombre en la historia grande del pop mundial.
De la mano del tema “Waterloo”, la agrupación conformada por Björn Ulvaeus, Benny Andersson, Anni-Frid Lyngstad y Agnetha Fältskog, no sólo se consagró como absoluta ganadora, sino que, además, el obtener el primer lugar en dicho concurso, significó la plataforma de despegue hacia un éxito ininterrumpido que llega hasta nuestros días.
Esta pegadiza canción, en la que una mujer reflexiona sobre la batalla que perdió Napoleón y la compara con su propia vida amorosa, marcó hitos en Eurovisión.
Por primera vez, había vencido una canción pop genuina, hasta entonces habían ganado baladas o canciones con algún elemento pop, pero no tan radical como en Waterloo. A su vez, fue la primera vez en que ganó un grupo, antes habían vencido solistas y un dúo.
Por otro lado, su participación en el festival, colocó a Suecia en un privilegiado plano dentro del mapa del pop internacional, hasta ese momento monopolizado por Estados Unidos y Gran Bretaña.
En la actualidad, más allá de las modas y el paso del tiempo, ABBA sigue siendo un clásico de absoluta vigencia, que no conoce límites ni fecha de vencimiento.
Además, el grupo musical, fue y será uno de los indiscutidos fenómenos mundiales de la historia del pop que, nacido en los comienzos de la década del setenta, aún resulta atractivo y seductor en pleno siglo XXI.